Según nos vamos acercando mas a Cusco, vamos encontrando ruinas de origen Inca por el camino. A tan sólo una hora de Cusco están las ruinas de Tarawasi. Tara en Quechua es un árbol que tiene unas propiedades curativas, y wasi significa casa, por tanto estas ruinas eran el lugar donde había Taras, que utilizaban los Incas para remedios etc.
Juancho como siempre en todas las fotos, es un perro bien suertudo, como hay pocos.
Las construcciones Incaicas originales son fáciles de reconocer porque tienen un estilo muy peculiar, para realizar las uniones entre piedras para construir muros etc, al no tener, como ahora, cementos etc, tallaban las piedras dándoles diferentes ángulos para hasta que encajaban perfectamente con las otras piedras de abajo y los laterales, de esta forma, los muros quedaban 100% firmes. Existen construcciones con piedras de hasta 12 ángulos. La mas famosa de ellas esta en el Cusco.
Y como todo el que llega a mediodía es bienvenido, cuando nosotros llegamos el guardián estaba almorzando y nunca supimos si había que pagar o no, pero allí no había nadie, ni carteles ni nada, justo ya cuando marchábamos llegó el Señor, pero ya era tarde...
Y llegamos a Cusco, pero como siempre las grandes ciudades nos asustan así que no paramos mucho, lo suficiente para conocer lo mas importante. Bueno lo mas no, porque se supone que lo mas importante es Machu Pichu, pero la entrada estaba por los 60 dólares cada uno, mas el tren, mas el parqueadero del carro mientras... Se juntaban un montón de gastos, así que decidimos visitar otras muchas ruinas pequeñas, que por no tener tanto turismo son gratuitas.
El principal protagonista de nuestra historia en la Plaza de Armas de Cusco, un precioso día, despejado y frío, muy frío. A 3500 msnm. El sigue subiendo y bajando sin problemas de altura como nosotros.
Llegamos a Cusco justo poco antes de Semana Santa, y ya estaba lleno de turismo y los hoteles carísimos, así que visitamos de lejos las ruinas de Saqsaywaman, también de origen Inca, que se encuentran a la salida de Cusco, y nos fuimos hacía Pisac, en el Valle Sagrado.
Pisac, se encuentra en el Valle Sagrado. Allí también hay unas ruinas Incas, pero éstas no las pudimos visitar ni de lejos, dado que estaban en un alto. En las zonas mas altas estaban sus centros ceremoniales y abajo el valle, completamente plano, verde y a la orilla del río. Cuando uno esta allí comprende el porqué de su nombre.
En las montañas del Valle Sagrado, y de otro montón de lugares, aún se conservan y se utilizan con el fin que las crearon los Incas, las terrazas de cultivo. Como debían cultivar en las montañas, porque la mayoría de la tierra cultivable era en desnivel, construían escaleras de piedra para que no se les regaran los cultivos De lejos parecen pequeñas, pero de cerca cada terraza viene a ser de un ancho de unos 20 metros hasta la siguiente bajada. Actualmente se conservan muchas de ellas.
Llegamos a Pisac, era domingo, y día de mercado. Estaba llenísimo, de turismo y de gentes del lugar vendiendo sus productos artesanales y de las huertas y cultivos, un verdadero paraíso, libre de transgénicos.
Buena pinta todo cierto?, cuadras y cuadras de artesanía de la mas bella, gorros de lana de alpaca, de llamita, de lana, de todo para perderse y morirse si no se tiene dinero para comprar todo lo que uno quiere regalar, igualito que Otavalo, en Ecuador. Horrible sin pesitos...
Esta cholita vendía toda clase de maíz, trigo, arroz, arbejas... empaqetadas o para adorno, o para sembrar, como decíamos libre de trans, un buen regalo para las huertas españolas, donde lo natural ya es un lujo.
En Pisac mucha gente vive del turismo y hay muchos niños y cholas que se visten con los trajes típicos de la zona, con algún instrumento musical o la llamita para que los visitantes se tomen fotos y les dejen las moneditas. Pero a estas tres las pillamos desprevenidas mirando la tele de un local.
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