Tras tanto tiempo corriendo, bueno no exactamente corriendo, por las carreteras peruanas, llegamos al paraíso de Copacabana, justo en plena Semana Santa y nos toco esperar a que pasaran las fechas señaladas, ya que el pueblo se quedo sin gasolina. En Bolivia existe la tradición de peregrinar en Semana Santa, ya sea andando, en bici o en auto hasta la virgen de Copacabana, y bendecir los carros, los animales, a uno mismo.... En fín que llegamos en el momento clave, la lleno de gente de Lap Paz, principalmente, pero de todas partes de Bolivia se acercaban, y también de Perú.
Y mientras esperamos a que pasen las celebraciones y la alcaldía vuelva a su trabajo, decidimos alquilarnos esta maravillosa casita por una semana, a la orilla del lago, así poder hacer taller, que siempre es lo que nos da de comer y la gasolina, además de las colaboraciones que recibimos, el proyecto lo subvencionamos con venta de artesanías, así que a organizar las cosas después de tanto tiempo viajando, lavar ropas y disfrutardel lugar, por supuesto...
Pasaron las celebraciones y llegaron otras, y el pueblo se quedo de nuevo sin gasolina, estamos literalmente atrapados en Copacabana. Tratamos de organizar unas actividades de mientras en las escuelas de Copacabana y de la Isla del Sol, hablamos con los dirigentes, tanto de la Isla, como de la comunidad, y bueno, pués como ya nos había ocurrido en los lugares que reciben bastante turismo, no estan lo suficientemente interesados en ese tipo de cosas, realmente están mas preocupados por el turismo y los ingresos que genera, que mantener limpio y cuidado el pueblo. Además Copacabana, después de la cantidad de gente que llegó con las fiestas quedo cúal basurero literal, pero bueno, el alcalde no lo considero demasiado importante como para tratarlo y lo mismo ocurrió con la Isla del Sol. Bueno tenemos que estar preparados para todo, así que nos toca seguir nuestro viaje.
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